Jueces y fiscales se manifiestan contra la ley Bolaños: «Sin independencia no hay democracia»

Más de 1.000 jueces y fiscales se han concentrado frente al Tribunal Supremo contra la Ley Bolaños reclamando una justicia independiente. Los profesionales de la Justicia ya habían anunciado una huelga para los días 1, 2 y 3 de julio si el Gobierno no da marcha atrás con esta ley y este sábado se han manifestado ante las puertas del Alto Tribunal. A esta manifestación han asistido unas 5.000 personas, muchos acompañando a los profesionales dela Judicatura, según los datos proporcionados por la organización.

En la concentración, han leído un manifiesto María Jesús del Barco, presidenta de la Asociación Profesional de la Magistratura; Sergio Oliva Parrilla, portavoz de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria; Fernando Portillo, presidente del Foro Judicial Independiente; Cristina Dexeus, presidenta de la Asociación de Fiscales; y Miguel Pallares, presidente de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales.

En esta misiva han llamado a mantener la «independencia judicial, que es clave para hablar de una democracia real y de una verdadera integración en la Unión Europea». «Hoy está bajo amenaza por las recientes iniciativas legislativas», han señalado durante la lectura.

Los portavoces se han referido al proyecto de ley para modificar el acceso a las carreras judiciales y fiscales y al anteproyecto de reforma del estatuto orgánico del Ministerio Fiscal. El primero, han dicho «pretende meter la política dentro de un órgano que debe velar por la ética de los jueces y crear un centro de preparación de opositores dependiente del Gobierno». Quieren intervenir, han agregado, «en la selección de los miembros del poder judicial, con el
consiguiente riesgo de selección ideológica de los futuros jueces y fiscales del país».

Respecto al segundo anteproyecto, los profesionales han advertido de que «se quiere aumentar el poder del Fiscal General del Estado, quien, como jefe de todos los fiscales, seguirá nombrándose por el Gobierno sin ningún tipo de filtro previo. También se pretenden eliminar las garantías de autonomía de los fiscales, reduciendo las posibilidades de oponerse a las órdenes de sus jefes».

Los allí presentes también se han referido «al continuo ataque al Poder Judicial» por parte del Gobierno y «al descrédito de la Fiscalía». «Hay declaraciones políticas que deslegitiman las resoluciones judiciales que molestan, que tratan al Ministerio Fiscal como un apéndice del Gobierno y que, por todo ello, minan la confianza de los ciudadanos en su Justicia, esencial para que la misma pueda servir al fin que le corresponde: evitar los abusos de poder contra esos mismos ciudadanos».

Durante esta concentración se han escuchado gritos de «¡Pedro Sánchez, hijo de puta!», pero muchos de los allí presentes han pedido respeto y han instado a evitar los insultos. De forma unánime sí han coreado «¡independencia judicial!» o «¡la toga se defiende!».

A la convocatoria se han sumado la inmensa mayoría de las asociaciones judiciales, excepto las progresistas. Entre ellas estaba la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV), el Foro Judicial Independiente (FJI), la Asociación de Fiscales (AF) y la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF).

Las asociaciones han elegido el Supremo para manifestarse por tratarse de un «emplazamiento profundamente simbólico e institucional». «Es el lugar donde los opositores culminan su camino de acceso al servicio público, tras años de esfuerzo sustentado en los principios de mérito, capacidad e igualdad», subrayan.

Estas movilizaciones se suman al paro de 10 minutos que ya celebraron a primeros del mes de junio junto con concentraciones a las puertas de los juzgados a las que se unieron de forma espontánea algunos ciudadanos con gritos contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.